“Si tienes frío, el té te calentará. Si tienes calor, el té te
refrescará. Si estás deprimido, te animará. Si exitado, te calmará”
William Gladstone 1809-1898
En
algunos momentos esta pregunta no sólo
pasa por la cabeza de muchos consumidores, también por aquellos que nos
dedicamos a buscar aquella mezcla o blend. Trataré de dar algunas respuestas,
aunque algunas veces, puede que busquemos más de una de ellas.
1) Costumbre: Para muchos consumidores, el té es sólo una costumbre cultural que por tradición, adquirieron en su vida por medio de su familia, amigos, etc. Esta en realidad no se busca, está ahí presente. Simplemente una bebida caliente que llevarse a la boca en diversos momentos del día. Entraría también aquí, aquella cultura de muchos países donde la muestra de hospitalidad hacia otra persona comienza con una taza humeante o una tetera compartida.
2)
Propiedades. Últimamente al té y también a las infusiones, se les
encuentran más propiedades que las que podría encontrar hacienda a un evasor
fiscal. Pocas por el momento corroboradas por estudios serios o comprobadas por
científicos o universidades reconocidas. Muchos consumidores creen o necesitan
creer que en una taza se esconde su elixir. En algo cierto están, dado que las
infusiones, incluyendo el té, forman
parte importante de la medicina natural en diversas culturas del
mundo.
3) Hábito
saludable. La tendencia y/o moda para otros, de buscar una dieta equilibrada y
una alimentación sana hace que, cada día más personas se sumen al consumo del
té. Algunos buscan esa cuota suave de energía que aporta la teína y
otros la excusa de hidratarse correctamente con los dos litros de agua
necesaria diariamente y quitarle a esta, lo soso en cada sorbo.
4) Sabor
agradable. Insisto con la buena preparación de una taza. Para aquellos que lo
lograron, el sabor cumple un papel fundamental a la hora de elegir un té o
infusión para consumir.
5) Un momento
de placer para los sentidos. El disfrute físico-químico,
estético, psíquico, intelectual y emocional. En resumen el placer
completo, me lo dejo para el final, y creo que es para mi, el más importante,
tanto para el consumidor como para el que está buscando aquel blend magistral.
El té
no es sólo otra bebida que sacia el placer físico de algo líquido, el té
va más allá.
Los que siguen
mis post, sabrán la importancia que le doy a mimar los sentidos y la
interrelación de estos con los recuerdos de cada uno. Buscar y encontrar en una
taza aquel momento placentero vivido es la clave para que un blend tenga éxito
o no. De ahí que haya tantas variedades, mezclas, modos de prepararlo y
tomarlo, tan personales como personas lo consumen.
Nuestros
sentidos son los receptores de aquello que produce placer y químicamente
nuestro cuerpo desarrolla sustancias neuro-transmisoras como la
dopamina, endorfina, oxitocina y serotonina que interactuan con nuestros
recuerdos agradables para lograr ese momento placentero.
Una vieja
publicidad de una empresa de té decía "La pausa son cinco minutos" y
en estos tiempos que corren, buscamos esa pausa, ese momento, como un oasis en
un desierto. Es en esa pausa donde podremos mimar nuestros sentidos y disfrutar
de ese recuerdo placentero, que como el vapor humeante que se eleva de nuestra
taza o tetera, se hará siempre presente mientras lo mantengamos caliente, o
simplemente por el mero placer de dejar volar nuestra imaginación en paz por un
instante en nuestro día a día.