Aquí
no hay cafés, el torrefacto es pasión española!
Se
que van a pitarme los oídos cuando toque este tema. Vamos a ello.
Cuando
en España buscas tomar un café en condiciones, lo tienes chungo. Generalmente
la mayoría de los establecimientos disponen del mezcla con torrefacto. ¿De
dónde viene esa costumbre de tomar una infusión de petróleo?
Como
la mayoría de los males, proviene seguramente de la época de la guerra civil.
En aquellos tiempos, nuestros abuelos sufrieron lo que se llamó el racionamiento
y por un desesperado intento de supervivencia y marcados a fuego por una época
de escasez, la solución fue agudizar el ingenio.
Tanto
es así, que a falta de café, como de otras cosas, comenzaron a surgir tuestes
de diversas semillas de cereales que aportaban el sabor más similar que
pudieran, la raíz de achicoria es un ejemplo, que adicionando azúcar quemada,
crearon diversos sucedáneos del café para el consumo familiar.
En
esas épocas que no conocían los envasados al vacío se decía que una forma de
mantener el sabor y el aroma del café era tostarlo con una fina capa de azúcar
quemada. Eso creaba infusiones más amargas y de color más intenso por lo que
también se utilizaba menos cantidad de café para realizar la infusión.
Ahora
pues, ¿quién les quita esta costumbre? Difícil lo tenemos aquellos que
intentamos modestamente mimar los sentidos.
Por
más que en varios países del mundo, el consumo del café torrefacto está
prohibido por contener agentes cancerígenos y alterar el real sabor y aroma de
un buen café; por más que sea la principal razón por la que los médicos
desaconsejen el tomar café cuando padecemos de gastritis o úlceras; esta
costumbre está tan arraigada en el retrogusto español, como el sabor de una
estupenda tortilla de patatas!
Las
multinacionales se frotan las manos con esta costumbre! Agregarle azúcar
quemada a cafés de mala calidad les está saliendo muy rentable y adoptaron esta
forma para utilizar menos café para conseguir la misma cantidad de infusión en
sus mezclas.
Aconsejo para aquellos que quieran ir conociendo
realmente un café y de forma escalonada, liberarse de la mala memoria sensorial
que les transmitió el torrefacto, comenzar con variedades de alto grado de
acidez y sabores punzantes y frutales como los cafés de origen africano. Kenia y
Etiopía son un excelente ejemplo. También en Costa Rica el Tarrazú es una
estupenda elección. Descubrirán un sabor único y a medida que vayan probando
diversas zonas y tuestes, sus sentidos comenzarán a ser mimados! Espero
vuestros comentarios y mis oidos los pitidos!