“Diéronles
a los dos a probar del vino de una cuba, pidiéndoles su parecer del estado,
cualidad, bondad o malicia del vino... El primero dijo que aquel vino sabía a
hierro, el segundo dijo que más sabía a cordobán. El dueño dijo que la cuba
estaba limpia, y que el tal vino no tenía adobo alguno por donde hubiese tomado
sabor de hierro ni de cordobán.... Anduvo el tiempo, vendióse el vino, y al
limpiar de la cuba hallaron en ella una llave pequeña, pendiente de una correa
de cordobán”
Miguel
de Cervantes Saavedra “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”
Como
veo que ha gustado y entretenido las distintas variantes que hay de comensales,
hoy me dedicaré a comentar lo suyo con respecto al vino.
Primero
y para despejar dudas muy comunes, trataré de definir que es Summiller y
Enólogo.
Sumiller (del francés sommelier) sería el
experto en vinos que aconseja y sugiere a la clientela de un restaurant o
vinoteca que vino será el mejor maridaje para la comida que van a consumir.
También es el responsable de la bodega y por tanto de las condiciones óptimas
de guarda del vino para su posterior servicio. Debe de reconocer además de las
virtudes, los defectos de la bebida para aconsejar su consumo, su guarda o su
descarte.
Actualmente,
dada la educación y formación que van adquiriendo, van ampliando sus
conocimientos más allá del vino. No es de extrañar entonces, encontrar
sumillers que saben de aceites, infusiones, bebidas destiladas, licores,
cervezas y hasta de aguas minerales.
La
modestia, la humildad y la paciencia por parte del sumiller frente a un
neófito deberían de ser extremas, aunque no siempre es así. He estado en catas
dirigidas por expertos sumillers, donde no aceptan que se les contradiga ni un
ápice de lo que ellos marcan como si fuera palabra divina. Si tu encuentras
aromas a guayaba donde el sumiller encuentra moras maduras, ya tenemos
declaración de guerra fijo! Para empezar no todos tenemos los sentidos
desarrollados de la misma forma, eso lo primero. Un claro ejemplo es aquel que
perdió algún sentido y agudiza en extremo los demás.
No
todos tenemos la misma memoria sensorial sobre aromas y gustos. Si en tu vida
no haz probado una guayaba fresca, no sabrás a que sabe fijo.
En
resumen un buen sumiller para mi, no sólo debería conocer de vinos y catar
miles de ellos, además debería ampliar día a día su base de datos de aromas y
sabores naturales, como también ejercitar sus sentidos, eso hace una buena
memoria sensorial. Además de ser modesto, humilde y paciente claro está!
El
enólogo por su parte es el técnico y responsable de dirigir el proceso
de elaboración del vino. Es el que en la bodega conoce al vino desde sus
entrañas. Experto no solo en vino, sabe de tipos de terrenos, clima, variedades
de vid, zonas, levaduras, maderas y todo lo que compete a la elaboración del
vino desde que este es sacado de las raíces donde se ha nutrido, pasando por su
almacenaje, análisis, conservación, embotellado y comercialización.
Es
el responsable de si una uva es buena o no para ser vino y si es preciso un
coupage (mezcla) con otras uvas para resaltar o realzar ciertas características
que lo diferencien o lo mejoren. Es sin duda el padre de un buen vino o al
menos el responsable de su éxito.
Degustador o catador es aquella persona preparada
para llevar a cabo una prueba sensorial, por su perspicacia, sensibilidad y
gran entrenamiento. Trata de mantenerse al tanto de las novedades, opina,
aconseja, halaga o denuesta a un vino por sus características, precio y en
algunos casos no todos, por amiguismos bodegueros.
Bodeguero es el propietario de la bodega. Es el
que puede o no, saber de vinos, puede o no, saber de uvas; pero lo que si sabe,
es que sus familias le dejaron esas fincas y parcelas además de toda la
responsabilidad de que perdure y prospere bajo el mismo apellido y marca
identificatoria el vino que se produzca en ella, por mucho que intente el
emperador del lujo Louis Vuitton de convencerle de lo contrario.
También
se le dice bodeguero al dueño de la taberna o tienda especializada en vinos.
Y
por último me dejo al consumidor y amante de un buen vino. Ese que
intenta probar todos los que le lleguen y su modesto bolsillo pueda pagar. Que
no le interesa más si es crianza del 2005, de la ribera del río o del chateau más
afamado francés. Simplemente disfrutar de el, de lo que le transmite y de una
buena charla con amigos alrededor de una mesa. Salud!
Hola Fernando:
ResponderEliminarclaro y conciso....sigue en esa linea....
te leo desde el otro lado del charco, probando los chilenos y argentinos, que por cierto encuentro muy interesantes...
un abrazote
Luisa
Hola Luisa. Qué alegría tener noticias tuyas al fin. Gracias por el comentario. Aprovecha por mi a probarlos, que aquí muchos de ellos no llegan. Te recomiendo de Chile las bodegas Concha y Toro y de Argentina todos los que puedas!! Besos
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